Análisis

Solo vale ascender

El verano comenzaba para el Real Zaragoza con un gran número de interrogantes. El doloroso y humillante partido ante la Llagostera corría el riesgo de enquistar la ya de por si maltrecha moral de la afición maña. Narcis Juliá, que llegó a mitad de la pasada temporada, se encontraba ante el reto de configurar una plantilla competitiva y con menos dinero que en el pasado ejercicio. Las penurias económicas del conjunto aragonés son por todos conocidas, y cada año que el equipo permanece en segunda, estas se agravan.

Con la imperiosa necesidad de enganchar a los aficionados, Juliá realiza dos movimientos muy inteligentes, la vuelta de dos símbolos como son Cani y Zapater. Las presentaciones de ambos llevan miles de aficionados a La Romareda y la ilusión entre los seguidores maños sufre un efecto rebote. Conseguido el primer objetivo, lo siguiente era armar un conjunto que arropara a estos dos jugadores. Bajo la premisa del compromiso, Juliá ha hecho una limpia exhaustiva en la plantilla. Hasta diez bajas respecto a la temporada pasada, excelente trabajo, dada la tremenda dificultad de colocar a ciertos futbolistas. Se han quedado jugadores de intachable actitud como Javi Ros o Ángel y de una calidad diferencial como Manu Lanzarote. La única baja no deseada, pero si obligada por la sabida situación económica, ha sido la de Diego Rico, traspasado al Leganés. Para apuntalar la columna vertebral del equipo llega a la portería Xabi Irureta, portero de contrastada calidad en la categoría (fue el menos goleado defendiendo la portería del Eibar) y Marcelo Silva, central uruguayo, poderoso en el juego aéreo y con carácter.

Con todo, a fecha de hoy, la plantilla solo cuenta con 20 jugadores, sin duda insuficientes para la larga temporada de segunda. Cierto es que el mercado no termina hasta el 31 de agosto, pero estos días, de acertar en los movimientos, pueden marcar la diferencia entre una temporada exitosa o no. El comienzo de temporada de Ángel (cuatro goles en dos partidos) no oculta que se necesita un delantero de diferentes características a las del propio Ángel o Dongou. El elegido ha sido Juan Muñoz, uno de los futbolistas más prometedores de la cantera del Sevilla y que llega en calidad de cedido. Se supone que otra llegada segura será la de un zaguero. Con tres centrales y un solo lateral izquierdo es muy complicado pasar todo el año, más aún si la continuidad de Leandro Cabrera sigue en el aire. Por último la plantilla aragonesa carece de un centrocampista que limpie líneas de presión y que haga llegar el balón fácil a Cani.

A pesar de las carencias, evidentes a todas luces,, la base de la plantilla es muy buena. El Real Zaragoza posee dos jugadores que marcan las diferencias en la categoría como son Cani y Lanzarote. El compromiso y la garra, comandados por Alberto Zapater,  parecen asegurados  y el sistema de juego impuesto por Luis Milla, queriendo tener el balón y con la línea de presión muy adelantada, parece el adecuado para estos futbolistas. Ilusión es la palabra más repetida por los zaragocistas, que esperan que el ascenso, sea la consecuencia.

Fuente de la foto de cabecera: www.elpais.es

Síganme en @Drizztzgz y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *