Crónicas NFL

Los Vikings convierten ganar en una rutina

Segundo partido de la historia en el imponente US Bank Stadium y segunda victoria local. Los Minnesota Vikings se impusieron cómodamente a los Houston Texans por 31-17 en un partido que estaba resuelto mediado el segundo cuarto. De esta forma los Vikings conservan su inmaculado récord (5-0) y dan la sensación de ganar casi por inercia, sin hacer nada espectacular pero siempre eficaces y sin apenas errores, hicieron valer su superioridad ante unos impotentes Texans tanto en ataque como en defensa.

1

2 3 4

T

Texans (3-2)

0

6 0 7

13

Vikings (5-0)

14

10 0 7

31

Los Vikings asustan, y no asustan únicamente por seguir invictos, ni siquiera por haber derrotado ya a los Packers y a los Panthers entre otros. El elemento que hace que sus rivales les teman es que son un equipo con todas las letras, un conjunto de jugadores que no depende de individualidades, algo que llevan demostrando desde las lesiones de larga duración de sus estrellas ofensivas Teddy Bridgewater y Adrian Peterson, algo que apenas afectó al rendimiento de esta unidad. Ayer se enfrentaban al reto de suplir a la referencia en ataque desde estas ausencias, el receptor Stephon Diggs, y el resultado fue inmejorable, ya que tanto Adam Thielen como Cordarrelle Patterson dieron un paso al frente en sus roles secundarios para llevar el peso del juego aéreo con la necesaria colaboración de Sam Bradford, quien volvió a rendir a un muy alto nivel.

Thielen se reivindicó ante la ausencia de Diggs
Thielen se reivindicó ante la ausencia de Diggs

Ya desde el primer drive se pudo apreciar la rápida adaptación de Bradford a este nuevo sistema para él, pues se le vio muy cómodo en el pockett evitando la presión del potente pass rush de los Texans a base de rutas cortas de sus receptores y pases rápidos, lo que le permitía tener el balón poco tiempo en sus manos. El juego de carrera en este inicio de partido no era muy fluído, pero servía para mantener la atención de los LB cerca de la línea de scrimmage y crear espacios para las rutas cortas cruzadas. En una de estas rutas aparentemente cortas Thielen engañó a su marcador para atacar profundo y recibir el pase a la espalda de la secundaria anotando así el primer touchdown de la tarde.

En el otro lado del campo la situación era prácticamente la contraria, el rush de los Vikings se bastaba por sí mismo para contener a Osweiler, mientras que la secundaria mantenía a ralla a los receptores tejanos sin apenas dejarles espacio suficiente para que su quarterback se atreviera a lanzar sin temor a una intercepción. Esto hacía que la línea de linebackers liderada por los excelentes Barr y Kendricks dispusiera de la libertad suficiente para decidir si lanzar el blitz o contener la carrera y los posibles scrambles, maniatando a un ataque que no encontraría respuestas en ningún momento ante un rival netamente superior. Esta situación se produciría a lo largo del partido en la mayoría de los drives de los de Houston, drives que por otro lado se caracterizarían por su brevedad.

A partir de aquí la defensa de los Texans intentaría equilibrarse, haciendo caer a los LB en cobertura para intentar ayudar a la secundaria en la protección de las zonas de pases cortos, lo que provocó que el juego de carrera de los Vikings adquiriera mayor protagonismo, y tanto Asiata como McKinnon participaron en jugadas con gran ganancia de yardas, conseguidas a través de carreras y de play action passes gracias al gran trabajo de la offensive line abriendo huecos, una labor que dominan debido a que en principio el ataque estaba dirigido al juego terrestre de Peterson. Una carrera desde la yarda 1 daba a Asiata el segundo TD del partido.

La inoperancia en ataque de los Texans era tal que incluso desaprovecharon la mejor posición de campo hasta el momento, cuando por fin el rush tejano logró contener a Bradford y forzaron el punt desde su propia endzone, Osweiler y compañía comenzaban el drive desde campo contrario, pero la pareja de LB formada por Barr y Kendricks seguía campando a sus anchas provocando otro “tres y fuera”, para que a continuación Novak fallara el field goal.

Los pases cortos de Bradford seguían siendo efectivos, y así llegaron a convertir de nuevo, esta vez en forma de FG. La distancia en el marcador se ampliaría aún más cuando Sherels retornaba para TD el enésimo punt tejano, cuando tan sólo llevábamos un cuarto y medio de partido. Llegado este punto, con la sensación en el ambiente de que el partido estaba decidido, llegó el primer first down de los Texans a través de un pass interference. Tal era la diferencia en el marcador y en el césped, que O´brien decidía jugarse un cuarto down que, tras nueva falta de la defensa, metía a los de Houston en field goal range para convertir sus primeros tres puntos. Un nuevo field goal pondría el 24-6 antes del descanso.

La segunda parte comenzaría igual, con los Texans perdiendo rápidamente la posesión y Bradford siendo preciso y no arriesgando el balón, apoyándose mucho en Thielen, para continuar con la magnífica racha de ningún turnover en lo que va de temporada. La baja de JJ Watt para lo que queda de campaña exigirá a la defensa de estos Texans elevar su nivel, ya que la debilidad mostrada en este encuentro pondrá en serio compromiso la presencia en playoffs de un equipo que ha basado sus recientes apariciones en la postemporada en su fortaleza defensiva.

Hopkins no logró encontrar espacios en ningún momento
Hopkins no logró encontrar espacios en ningún momento

Esta dependencia de la defensa ante las limitaciones del ataque se vio corroborada cuando el safety Sendejo interceptaba a un Osweiler desesperado, pues con el partido ya muy avanzado, sus receptores más prolíficos, Hopkins y Fuller, seguían prácticamente inéditos. Prueba de esta pobre producción ofensiva era su 0/13 en terceros downs. El único momento en el que el ataque lograría avanzar de forma fluída sería en el último cuarto, con el partido ya decidido. En este momento Osweiler conecta con Hopkins en varias ocasiones, y faltando 5.16 conseguirían su primer “tercer down” del partido. Apoyados por el corredor Alfred Blue llegarían a anotar su único TD del partido por medio del mencionado Hopkins.

En este tramo final Thielen pondría la guinda a su partidazo con una big play, y Patterson cerraría el cupo de anotaciones vikingo con un nuevo TD para reclamar un hueco en el cuerpo de receptores habitual. De esta forma los Vikings se presentarán en la sexta semana de la competición siendo el único equipo invicto, llegando a su bye como los grandes favoritos. Los Texans siguen por su parte liderando su división, pero ven como su ventaja sobre sus rivales divisionales se reduce, dándole mayor importancia si cabe a su enfrentamiento de la próxima jornada contra los Indianapolis Colts.

Fotos vía: Vikings.com

Adrián Sardiña

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