Primer partido de los Pittsburgh Steelers sin su quarterback titular, Ben Roethlisberger, y primera derrota ante unos New England Patriots muy superiores. El encuentro tuvo mucha menos emoción de lo que puede decir el resultado, el cual se queda corto para lo mostrado por ambos conjuntos.
| 1 | 2 | 3 | 4 | T | |
| New England Patriots (6-1) | 7 | 7 | 6 | 7 | 27 |
| Pittsburgh Steelers (4-3) | 0 | 10 | 3 | 3 | 16 |
El que hace apenas una semana se preveía como uno de los grandes partidos de la temporada, el cual iba a enfrentar a las que son seguramente las dos mejores ofensivas de la competición, terminó siendo un choque totalmente descafeinado por culpa de la ausencia de Big Ben. Solo existió un ataque en el Heinz Field, el de los todopoderosos Patriots.
El encuentro parecía que iba a quedar sentenciado por la vía rápida, puesto que los pupilos entrenados por Belichick pusieron rápidamente un 14-0 en el luminoso (aún con 11 minutos por jugar en el segundo cuarto). Tom Brady lideraba un ataque que no encontraba oposición ninguna, ni por aire ni por tierra. McDaniels intercalaba jugadas de todo tipo sin que la defensa acerera se enterara por donde les venían los golpes.
Mientras, al otro lado del campo, los Steelers se veían incapaces de avanzar a través de un errático Landry Jones. En su defensa, debemos destacar que el plan de juego diseñado por Todd Haley, el coordinador ofensivo, no fue ni mucho menos acertado. Es inviable querer ganar un partido haciendo pasar a Jones 47 veces mientras que a Le’Veon Bell, el mejor corredor de la NFL, le das únicamente 21 carreras. Cierto es que Bell también actúa en muchos snaps como receptor saliendo desde el backfield, de hecho fue quien acumuló más recepciones de todo el equipo con 10, pero si quieren conseguir victorias mientras Big Ben se recupera de su lesión, deberán ejecutar un ataque mucho más equilibrado. Para desgracia de ellos, Jones no les permite desarrollar el ataque de fuegos artificiales que tanto les gusta.
El encuentro para los acereros duró lo que aguanto Bell. Fue el motor del equipo, capaz de mover las cadenas ya fuera corriendo o saliendo a recibir, pero estuvo muy poco acompañado. Antonio Brown hizo buenos números, superando las 100 yardas de recepción, pero la segunda parte jugó renqueante tras un sufrir un duro golpe que le obligó a retirarse al vestuario durante varios minutos. Para completar los males de Steelers, su kicker, Boswell, falló dos field goals que les hubieran permitido llegar con opciones al final del partido.
La gestión de la posición de quarterback en Steelers ha sido lamentable. Todo el mundo sabe que Roethlisberger es propenso a lesionarse, no habiendo temporada en la que no se pierda varios partidos. El año pasado Jones ya demostró cuando le tocó jugar que no es un mariscal de garantías, por lo que es inexplicable que la franquicia de Pennsylvania se haya quedado de brazos cruzados durante la pasada offseason y no haya buscado alternativas para reforzar la posición.
De los Patriots poco se puede decir que no sepa ya cualquier aficionado. El de este domingo fue un día más en la oficina para ellos. Controlaron el enfrentamiento de cabo a rabo, en ningún momento se vio peligrar su victoria. Que los Steelers se acercaban en el marcador, ellos subían una marcha más en ataque. La sensación era que podían atravesar el campo cuando y como quisieran. Brady estuvo brillante por tercera semana consecutiva desde que regresó de su sanción. Blount está más fino que nunca, siendo una amenaza constante por tierra. Y Gronkowski, en su línea, se quedó a 7 yardas de la centena y sumó su touchdown habitual.
La defensa de los de Foxboro se mostró seria. Sin florituras pero realizando el game plan a la perfección. Se dedicaron a limitar el daño que Brown pudiera hacer y a evitar big plays de Bell. Belichick era consciente que con eso les servía para ganar y así lo hicieron. Nada espectacular pero sobria como pocas, esta defensa es de las más serias de la competición.
De esta manera los Patriots se colocan con un balance de 6-1 que les permite liderar la Conferencia Americana y esperar a unos Bills en la próxima jornada en la que si ganan, prácticamente se aseguraran por enésimo año consecutivo el reinado de su división. Mientras tanto, los Steelers se colocan con un 4-3 que les permite mantenerse en lo alto de la AFC Norte tras la cuarta derrota consecutiva de Ravens, pero que no les ayuda para despegarse de su más odiado rival. Esta división sigue estando apretadísima pero a contrario que en los últimos años, a la baja, y más ahora que Big Ben se perderá varios partidos.
(Foto destacada vía bostonglobe.com)
Stéfano Prieto
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