Hace ya más de diez años, la historia de un sueño se convertía en realidad después de tiempo persiguiéndolo. El 9 de mayo del año 2006 siempre será recordado en la mente y en el corazón de más de cuatro mil aficionados perfumeros que se desplazaron hacia el pabellón de Würzburg con el objetivo de poder ver a su equipo levantar la copa de campeonas por primera vez en su historia.
Colas eternas y gente ansiosa por disfrutar de un día inédito habían sido los precedentes de un cuarto partido de Playoffs que se antojaba de lo más interesante. El conjunto salmantino, Perfumerías Avenida, tenía en su cancha el poder dar el campanazo ante un UB Barça que tenía entre sus filas a jugadoras de la talla de Marta Fernández, Érika de Souza o Helen Luz. Sin embargo, el conjunto perfumero también podía presumir de una consistente plantilla con jugadoras como Tornikidou, Mc Williams o Nuria Martínez.
No cabía ni un alfiler aquella noche de mayo, aficionados sentados en las escaleras, de pie en la zona alta; nadie quería perderse uno de los días más importantes para la localidad salmantina. La marea azul se consolidaba entre las demás aficiones y, cuanto más se acercaba el inicio de partido, el “infierno azul” se fortalecía como una olla a presión sin beneficio alguno para el equipo catalán.
Antes de auqellos memorables Playoffs, el UB Barça contaba con un balance de 7-0 en partidos ganados a las perfumeras; sin embargo, los testimonios estaban a punto de cambiar y para ello, aquel 9 de mayo, José Ignacio Hernández optaba por Nuria Martínez, Laura Camps, Mc Williams, Schumacher y Tornikidou para dar el posible campanazo; mientras que la entrenadora catalana, Silvia Font, salía para compensar el 2-1 a favor de Avenida, con Marta Fernández, enferma con anginas, Érika de Souza, Helen Luz, Sandra Gallego e Ingrid Pons.
El balón subía hacia el cielo de Würzburg. Los nervios acompañaban a los errores en el lado perfumero, siendo aprovechado por la fortaleza catalana que anotaba con contundencia. Un 0-7 de parcial a favor de las visitantes obligaba a Avenida a buscar velozmente un hueco para poder enseñar su juego. Los intranquilidad se apartó después de 3 minutos de juego y Schumacher daba la primera canasta para las salmantinas, provocando un reverso beneficiosos que las metía de lleno en el encuentro. La afición apretaba y eso se notaba en las perfumeras que con mayor dominio en la labor reboteadora y una intensa conseguían dar la vuelta al marcador. El juego interior era superior al del UB Barça y la recuperación se vio reflejada en un final de cuarto (24-15) que esperanzaba al club.
Después del parón, costaba encontrar el arranque del partido. La buena defensa realizada sobre una de sus estrellas, Érika de Souza, cambiaba de versión y era esta la que comandaba el nuevo mecanismo catalán que obligaba a las salmantinas a alargar sus posesiones ofensivas intentando buscar huecos para atacar. Sin embargo, Schumacher plantaba cara a la brasileña involucrando el partido en un uno contra uno dejando entrever un bonito duelo de altura. La errática volvía a reflejarse en el luminoso, quizás guiado por los nervios del momento, y con el que salía beneficiado, en una mínima parte, el conjunto local, que mejoraba en los instantes finales para plasmar un resultado de 35-28 en la finalización de la primera mitad.
La final regresaba con la marea azul en pie recibiendo a sus jugadoras. El balón volvía a ponerse en juego y el infierno azul apretaba más que nunca sabiendo que los dos siguientes cuartos serían fundamentales para alcanzar la primera liga azulona. El Barcelona se encontraba por fin cómodo en la pista, olvidando la poca aparición de Marta Fernández; el conjunto barcelonés encajaba un parcial de 0-7 que rompía Tornikidou para que lo logrado en los veinte minutos anteriores no se escapara ahora. Los contraataques del UB Barça eran muy rápidos aprovechando cada oportunidad otorgada; sin embargo, la defensa perfumera seguía imponiendo en varios aspectos.
Avenida se veía forzado a ganar espacios desde el tiro exterior dada la estabilidad interior catalana. Laura Camps lo intentaba desde el triple, pero la mente hacía mucho daño en esos instantes y el error comandaba en unos minutos muy fallidos. El cansancio hacia mella en las salmantinas que aguardaban sus últimas fuerzas para los minutos finales, y los cánticos del pabellón parecía que animaban al dúo Mujanovic – De Souza, volviéndose imparable dentro de la zona y otorgando un cambio de papeles para llevar la dinámica a un cambio en el luminoso de 40-44.
El último cuarto comenzó favorable para las catalanas que aprovechaban los irreconocibles fallos perfumeros para ampliar la ventaja. Helen Luz anotaba de tres para establecer el 40-47 que empujaba a la marea azul a no dejar solo a su equipo en los minutos más cruciales. A ritmo de uno de los cánticos preferidos por la afición, se notaba un cambio de 180 grados con una Nuria Martinez que tiraba con garra de la plantilla salmantina. La defensa comandaba por encima del ataque, obligando a José Ignacio a pedir un tiempo muerto y centrar del todo a sus jugadoras.
Se auguraba difícil, pero no imposible. Mc Williams ponía de nuevo a 4 a las suyas, animando a la marea azul a que comandara como otra jugadora más en la final, mientras que Schumacher seguía a su compañera para poner el 47-49 que convertía el escenario en toda una olla a presión. Los errores anotadores llegaban esta vez del lado visitante que además acusaban el cansancio de Raza Mujanovic. Tornikidou empataba el partido provocando un resoplido de alivio en el banquillo perfumero que veía que la gesta podía ser lograda. La igualdad se rompía a menos de 3 minutos del final con Mc Williams anotando bajo aro y levantando de sus asientos a todos los asistentes al encuentro. 51-50 en el luminoso; cada rebote se luchaba como si no hubiese un mañana, una liga en juego acompañaba cada jugada que se disputaba sabiendo todo lo que podía reflejar. Silvia Font se veía obligada a cambiar su roster metiendo a sus mejores tiradoras en pista; pero las salmantinas habían encontrado la senda y sabían que, a falta de dos minutos, la conquista de la liga se decantaba más a su favor.
Menos de un minuto, 54-50 a favor de Avenida, y en una de las últimas acciones de las catalanas, Mc Williams conseguía robar el balón y aunque la canasta entraba fuera de tiempo, agotaba los 24 segundos de posesión dejando pocas opciones a las visitantes. 27 segundos, 6 décimas, el marcador continuaba con 54-50 y un tiempo muerto paraba el partido para poder plantear las últimas jugada. La afición charra se ponía de pie con los nervios muy presentes en el pabellón. El Barça sentía la presión del ambiente y sin ninguna presión rival perdían un balón que valía mucho para las perfumeras. Las catalanas se veían obligadas a realizar faltas tácticas para pelear por los últimos segundos de encuentro, proseguían corriendo al contraataque, pero Tornikidou taponaba la acción visitante y sentenciaba la final. La afición se veía campeona y al grito de “Campeonas” y sin tiempo a más, el tiempo se quedaba a cero y el estadillo de alegría inundaba la capital charra.
El champán rodaba por Würzburg, se coreaban los nombres de cada jugadora, la gente saltaba, cantaba, y entre todos se celebraba la primera gloria de Avenida, un triunfo que se celebraría hasta altas horas de la madrugada y con el que siempre quedarán retratadas aquellas ocho jugadoras, unidas a las tres canteranas presentes, que dieron la primera liga a toda una ciudad volcada con el baloncesto femenino.
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Foto destacada vía: Ligafemenina.com
